“… La ciudad como espacio
habitado es producida y transformada por una serie de variables que, a su vez,
configuran toda suerte de problemas específicos en un espacio y tiempo
determinados. En este sentido, en la actualidad el Mejoramiento Integral de
Barrios -MIB-, es una de las estrategias de intervención estatal más
importantes en América Latina para la resolución de algunos de los problemas de
la población urbana. Desde esta perspectiva es de capital importancia considerar
aquellos elementos que marcan la pauta en las proyecciones del modelo de
ciudad, tales como el ordenamiento urbano territorial y la visión y
“construcción oficial” de ciudad, los cuales imponen una serie de prioridades a
la hora de pensar en cualquier proceso de intervención de la ciudad” (TORRES,
2009).
A pesar de la falta de planeación del
territorio y su proceso acelerado de construcción, la ciudad actual es
reconocida como un espacio privilegiado en donde la población satisface sus
necesidades, pero de igual forma, es el espacio donde se dirimen las
contradicciones urbanas, con enormes fenómenos de exclusión y segregación. En este sentido, el
Mejoramiento Barrial y Urbano se ha convertido en un instrumento de intervención
del territorio que permite subsanar las ausencias de la planeación y el
ordenamiento, incidiendo en el mejoramiento de las condiciones de vida de la
población de bajos ingresos que en ella habita.
Sin embargo, el MB y U, en tanto
instrumento de ordenamiento, depende de la configuración y concreción de todos
aquellos factores que determinan los precios del suelo, así como la posibilidad
de actuación en él. En este sentido, se propone discutir sobre el acceso al
suelo para los más pobres, así como el rol, nivel y relación entre los instrumentos
para el ordenamiento, gestión, financiación, del territorio, donde se incluye
el mejoramiento.
De otra parte es importante abordar el
estudio de los factores estructurantes del suelo urbano, los cuales inciden en
la formación de precios, y van más allá de los aspectos físicos, atendiendo
a su vez a otros de carácter social,
cultural, político y económico, en donde se reconoce el habitar, el morar, la
tradición del lugar, entre otros. Aquí los debates sobre el derecho a la ciudad
deben ganar posibilidades concretas de incidir en la estructuración de normas,
procesos e instrumentos que viabilicen su existencia y contribuyan en la calidad de vida de la
población de bajos ingresos.
En este sentido, el panel busca orientar
la discusión en la identificación del rol de los instrumentos de planeación y
ordenamiento territorial, así como de los instrumentos de gestión urbana
dirigidos a mejorar las condiciones de los sectores donde se localiza la
población de bajos ingresos, a través las estrategia de Mejoramiento Barrial y
Urbano. Implica, a su vez, observar y discutir sobre la construcción del modelo
de ciudad y su papel en la transformación ó profundización de las dinámicas de segregación socio-económica.
De
igual forma, este eje pretende indagar:
· ¿Cuál
es la incidencia del Mejoramiento Barrial y Urbano en la construcción del
modelo de ciudad?
· ¿Cómo
proponer un modelo de precios que facilite la gestión de suelo para la
población de bajos ingresos?
· ¿Cómo
a partir del modelo de rentas urbanas se puede habilitar suelo para la
población marginada de las ciudades?
· ¿Cómo
lograr que las propuestas de mejoramiento barrial y urbano sean sostenibles en
el largo plazo?
Coordinación de mesa
Luis Carlos
Jiménez Mantilla
Arquitecto. Magister en urbanismo.
Álvaro Ibata
Ceballos
Ingeniero Catastral y Geodesta.
Carlos Roberto
Peña
Ingeniero Catastral y Geodesta.
Oscar Vaca
Arquitecto. Estudios en Hábitat.
David Doncel
Ballén
Ingeniero Catastral y Geodesta. Estudios de
maestría en ciencias de la información y las comunicaciones.
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